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viernes, 29 de noviembre de 2013

Como elegir un buen smartphone?

1.- Procesador
Lo primero en lo que uno debe fijarse a la hora de elegir
un terminal es el procesador con el que cuenta. Es el corazón de un dispositivo, y todo depende de él. Este determina la velocidad del propio smartphone, y es importantísimo para valorar la fluidez que tendrá, lo rápido que será a la hora de ejecutar procesos, y la capacidad que tendrá para utilizar videojuegos de alto nivel. Aunque, eso sí, hay muchos otros aspectos que influyen y que habrá que tener en cuenta, de los que
hablaremos después.

¿Cómo saber si el smartphone tiene un buen procesador?

Conforme el tiempo pasa, los procesadores que antes eran buenos ya no son eficientes. Por lo que no hay una forma de saber si un procesador es bueno o no sin tener conocimientos sobre el mercado actual. Sin embargo, sí que podemos buscar síntomas de que el procesador sea malo. Por ejemplo, si entre las características de un terminal la compañía no dice nada sobre el procesador que lleva, lo más probable es que este no sea de calidad o del suficiente nivel. Si te cuesta mucho encontrar este dato en la página oficial de esa compañía, ya es una mala señal. Y aunque hayas sido capaz de encontrarlo, tampoco es difícil que no sea un buen procesador. Actualmente, el procesador debe ser, como mínimo, de doble núcleo. Y eso solo como mínimo. Lo más probable es que en tan solo un año esto no sea suficiente para un smartphone de gama media, por lo
que habrá que optar por algo de mejor calidad. Un procesador mononúcleo a 800 MHz no es un buen procesador, y solo conseguiremos un móvil lento si optamos por esto. La arquitectura del procesador también es esencial. Esto define cómo está construido el chip. Con arquitecturas más modernas, obtendremos mejores procesadores. Así, un Cortex-A7, es de peor calidad que un A9, o un A15. Un A9 ya puede considerarse un buen procesador, aunque sea de doble núcleo.
Si queremos curarnos en salud, lo mejor que podemos hacer es buscar un procesador de cuatro núcleos. Normalmente, sea cual sea la arquitectura, será lo suficientemente bueno. La marca del procesador también influye. No es lo mismo hablar de un doble núcleo de MediaTek que de Qualcomm. Esta última compañía, así como Nvidia e Intel, son buenas apuestas.
2.- Memoria RAM
Otro de los aspectos que las compañías nunca indican entre las características de la mayoría de los smartphones, salvo en la ficha técnica. Y aunque no lo parezca, es el segundo elemento a tener en cuenta a la hora de elegir un smartphone. La memoria RAM es una memoria que va almacenando los datos de las aplicaciones que están activas en cada momento. Cuanto mayor es esa memoria, más datos se pueden almacenar en ella y más aplicaciones pueden estar en ejecución en el mismo momento sin que el terminal se ralentice. Tengamos en cuenta que el smartphone siempre tiene procesos en ejecución, que no se pueden detener de ninguna manera. Una memoria RAM de alto nivel es lo que permite que el smartphone no se ralentice, incluso en las situaciones de mayor requerimiento.
¿Cómo tiene que ser una memoria RAM?
Busquemos el smartphones de mayor nivel del mercado, y miremos qué memoria RAM tiene. Como mucho, podemos descender un nivel a la hora de comprar un teléfono inteligente. Hace unos meses, si íbamos a comprar un móvil, podríamos haber tomado como referencia el Sony Xperia Z, con una memoria RAM de 2 GB. La memoria inferior a esa que hay en el mercado es la de 1 GB. Por tanto, hace unos meses podíamos comprar un móvil que tuviera, como mínimo, esa memoria RAM. Hoy en día ya están cambiando las cosas. El Galaxy Note 3 ya cuenta con memoria RAM de 3 GB, por lo que debemos tratar de optar por una memoria RAM de 2 GB. Y no es por capricho, no se trata de que haya que avanzar con el mercado, sino de que las aplicaciones,así como el sistema operativo, se adaptará a las nuevas características, y dentro de poco los smartphones de baja gama no conseguirán soportar de manera fluida estos sistemas. Por ello es tan importante elegir bien la memoria RAM.
3.- Memoria interna
Cuidado. No es lo mismo la memoria RAM que la memoria interna. Es raro encontrar un smartphone con una memoria RAM de más de 4 GB, y esto nos puede permitir diferenciarla. Es posible que a veces veamos Memoria RAM y Memoria ROM. Esta última es la memoria interna. Aunque la memoria se puede ampliar por medio de una tarjeta microSD, no todo es tan sencillo. Incluso aquellas aplicaciones que podemos instalar en la tarjeta microSD instalan datos en la memoria principal del teléfono, ocupando espacio. Cuanto más espacio tengamos ocupado, más lento irá
el móvil. Así, contar con una memoria interna de alta capacidad es algo esencial si queremos que el smartphone vaya de manera correcta. Si somos de los que no instalamos casi aplicaciones ni nada más, 8 GB podrían ser suficientes. Con lo que sí hay que tener cuidado es con los smartphones con memoria de 4 GB.
Es muy poca capacidad, y nos servirá para tener tan solo unas pocas aplicaciones. Lo básico: WhatsApp, Candy Crush, Facebook y Twitter, pero empezar a instalar aplicaciones podría hacer que en no demasiado tiempo el terminal empezara a ralentizarse. Lo mejor es partir de un mínimo de 8 GB, e incluso tratar de subir si es posible. No obstante, con ocho gigabytes no habrá problemas, pues siempre podremos desinstalar aplicaciones para que agilizar el terminal. Menos de eso podría ser arriesgado en cuanto pasen unos meses.
4.- La interfaz del fabricante
Un último detalle a tener en cuenta es la interfaz del fabricante. Algunos prefieren la interfaz nativa de Google, la que llevan los Nexus, mientras que otros prefieren la de Sony o Samsung. La interfaz es el menú,
la sección de ajustes, la de notificaciones, así como la forma de gestionar todos estos elementos y el diseño que tienen.Normalmente, este dato no aparece en las comparativas ni en las fichas técnicas. Sin embargo, no hay pérdida, pues solo debemos tener claro algunas cosas. Si los Nexus funcionan tan bien es porque la interfaz es liviana, y nunca supone una carga para el
sistema. No obstante, las interfaces más pesadas son las de Samsung y Sony. Esto no quiere decir que sean malas, sino que cuentan con más aplicaciones preinstaladas y más posibilidades. Ahora bien, también requieren de procesadores de mejor calidad y memoriasRAM de mayor capacidad.Tengamos esto en cuenta a la hora de comprar. Si es un Samsung o un Sony,
evitemos que sean memorias RAM o procesadores básicos. Así, conseguiremos que el smartphone vayan totalmente perfecto, y todavía más si se trata de uno de estas dos compañías.
Lo secundario, es secundario
Todas las demás características no importan tanto. La batería sería el siguiente aspecto en el que fijarse. Debe ser de alta capacidad. Y si no lo es, debemos estar seguros de que el smartphone lleva un sistema de ahorro de batería considerable. Una batería con una capacidad más o menos considerable en un gama alta sería de entre 2.500 y 3.000 mAh. Con smartphones de gama media sería algo inferior, pero nunca debería estar por debajo de los 1.600 mAh. En cualquier caso, con menores pantallas, menores baterías son necesarias. Así, si tenemos que elegir guiándonos por la batería entre dos smartphones que tienen la misma capacidad
de batería pero diferentes tamaños de pantalla, siempre tendremos que optar por el que tiene una pantalla de menor tamaño y resolución, pues ese gasta menos batería y, por tanto, tiene mayor autonomía. La pantalla sería de los últimos aspectos a tener en cuenta dentro de los importantes. A partir de cuatro pulgadas ya estamos hablando de una pantalla normal y útil. Y en lo que respecta a la resolución de pantalla, es fácil conseguir hoy en día un smartphone que se acerque a los 1280 por 720 píxeles, que ya es una
calidad de alta definición. La cámara ya es decisión de cada uno, pero a mi parecer, se trata de un componente bastante irrelevante. Suelen tener la calidad suficiente para captar fotografías que se vean, y no hace falta
nada más. Obviamente, cuanto mejor sea, mejor, pero no hay que tomarlo como algo principal. Al final es secundario.
Reflexión final
Y no podíamos crear una guía definitiva sin hablar del precio. Todo puede variar mucho en función de las condiciones en las que se vaya a comprar el smartphone, pero sí hay que decir una cosa. No permitas que una diferencia de 800 ó incluso 1000 pesos te haya optar por el barato. Muchas veces será mucho más rentable ahorrar un poco más y comprar el móvil bueno, pues durará muchos años, y en algunos casos, te aburrirás tú mucho antes de que este sea inútil. Ahorrarse 800 pesos puede derivar en que en algunos
meses ya tengas un móvil que va lento, que no funciona bien, y que tengas que acabar comprando otro en menos tiempo. Es posible que pagar 1000 pesos  más haga que al cabo del mismo tiempo, puedas vender el móvil por esos 1000 pesos extra que pagaste. Al final te
habrá costado lo mismo, pero habrás tenido un móvil de mucha mejor calidad, además de que habrá otra persona utilizando un smartphone, que si no lo vendes, bien podría ser tu hijo, o algún familiar; otra forma de ahorrar dinero, gastando un poco más para hacer una buena compra.

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